Cambio climático: qué es, cómo funciona y por qué es importante

El afán por «dominar la naturaleza» para ponerla al servicio de las necesidades humanas ha tenido consecuencias imprevistas y alarmantes. Hoy en día, las noticias están plagadas de impactantes recordatorios sobre cómo el cambio climático afecta la población de todo el mundo, desde incendios forestales e inundaciones hasta la pérdida de biodiversidad e incluso de vidas humanas. Pero ¿qué es exactamente el cambio climático?

El cambio climático se refiere a la transformación a largo plazo de las condiciones meteorológicas de la Tierra. Este fenómeno está causado por una serie de factores tanto naturales como provocados por los seres humanos. Imagine que la Tierra es un invernadero gigante. Normalmente, el calor del sol entra y mantiene todo lo suficientemente caliente como para que vivamos cómodamente. Pero, cuando quemamos combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas para obtener energía, liberamos gases adicionales al aire. Estos gases atrapan más calor, con lo que nuestro «invernadero» es más cálido de lo que debería ser. Así, se desencadena el deshielo de los glaciares, la subida del nivel del mar y que fenómenos meteorológicos como huracanes y sequías se vuelvan más extremos y frecuentes.

El crecimiento y la prosperidad de las empresas y organizaciones de todo el mundo no deben producirse a costa del medio ambiente. Aunque este desafío pueda parecer abrumador, existe un camino hacia un futuro sostenible. A continuación explicaremos algunos términos clave relacionados con el cambio climático, como gases de efecto invernadero y cero neto, y también desvelaremos algunas de las herramientas que las organizaciones pueden adoptar para abordar el cambio climático y promover el desarrollo de forma integrada y equilibrada.

Índice

Enable Javascript to view table

¿Qué es el efecto invernadero?

El cambio climático está causado en gran medida por un proceso llamado efecto invernadero. Cuando la energía del sol llega a nuestro planeta, parte de ella se refleja al espacio, mientras que el resto es absorbida y e irradiada de nuevo por los gases de efecto invernadero. Entre estos gases se incluyen el vapor de agua, el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso y otros gases presentes de forma natural en la atmósfera.

Piense en ello como en una manta. Al igual que una manta mantiene el calor al atrapar el calor corporal, los gases de efecto invernadero mantienen el calor de la Tierra al atrapar el calor del sol. Este calor contribuye a mantener la temperatura media de la Tierra y que sea habitable para la vida tal y como la conocemos.

Sin embargo, en los últimos años, las actividades humanas, en particular la quema de combustibles fósiles y la deforestación, han aumentado las concentraciones de estos gases de efecto invernadero. ¿El resultado? Un aumento de las temperaturas globales que está alterando fundamentalmente el sistema climático del planeta.

¿Le interesa saber más? Lea sobre los fundamentos del efecto invernadero.

¿Qué es el cero neto?

A medida que aumenta la temperatura del planeta, el equilibrio natural de la Tierra se ve perturbado. A menos que gestionemos la ingente cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero, no podremos evitar la inminente crisis climática. Alcanzar el «cero neto» se refiere a mantener un equilibrio global entre los gases de efecto invernadero emitidos y los eliminados de la atmósfera, es decir, cualquier emisión debe ser totalmente compensada —o contrarrestada— mediante la eliminación de una cantidad equivalente de CO2 durante un período de tiempo determinado.

El cero neto es nuestra arma más potente para combatir la crisis climática. Adoptar el cambio hacia las cero emisiones netas aporta beneficios ambientales, así como ventajas económicas, sociales y para la salud. Por esta razón, muchos países, empresas y organizaciones trabajan actualmente para alcanzar metas ambiciosas de cero neto como parte de los esfuerzos internacionales concertados para combatir los efectos catastróficos del cambio climático.

¿Cero neto es lo mismo que neutro en emisiones de carbono? ¿Cómo podemos alcanzar los objetivos mundiales de cero neto? Encontrará todas las respuestas y mucho más en nuestro artículo «Adoptar el cero neto: un paso crucial hacia un futuro sostenible».

Soluciones ante el cambio climático para un futuro saludable

El cambio climático ya está causando disrupciones en todas las facetas de la vida, incluidas las infraestructuras críticas como el transporte, las redes de comunicación, la energía y los recursos hídricos. Los científicos prevén que estos cambios provocarán brotes de enfermedades más frecuentes, un aumento de la mortalidad y desplazamientos de población, con especial perjuicio para las comunidades más vulnerables del mundo.

Necesitamos urgentemente estrategias innovadoras para contrarrestar los peores efectos del cambio climático. Adoptar soluciones basadas en la naturaleza es un enfoque holístico para combatir el cambio climático al tiempo que se cuidan los recursos naturales del planeta para las generaciones futuras. Llevar la naturaleza a las ciudades mediante la plantación de árboles, la reintroducción de especies en sus ambientes y la restauración de ecosistemas costeros para mitigar la erosión son solo algunos ejemplos. Al aprovechar el poder de ecosistemas como bosques, humedales y praderas, estas soluciones climáticas naturales no solo ayudan al secuestro de dióxido de carbono, sino que también mejoran la biodiversidad, protegen los hábitats y refuerzan la resiliencia frente a fenómenos meteorológicos extremos.

¿Siente curiosidad por saber más? Descubra cómo las soluciones ante el cambio climático basadas en la naturaleza pueden allanar el camino hacia un futuro saludable.

¿Qué es el financiamiento climático?

La humanidad está tomando medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos. Sin embargo, nuestro compromiso de actuar no es suficiente: necesita el respaldo de la financiación. Revertir el cambio climático requiere importantes recursos económicos. Son especialmente importantes para ayudar a los países menos dotados económicamente a cumplir sus objetivos climáticos, pagar por la mitigación y la adaptación y movilizar más financiamiento climático. Muchos países en desarrollo, que a menudo son los más afectados por el cambio climático, no cuentan con suficiente respaldo financiero para trabajar en estrategias de sostenibilidad.

En 2015, en la 21.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP21), casi todos los países del mundo se comprometieron a realizar Contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN), un plan de acción climático para reducir las emisiones y adaptarse a los impactos climáticos. Se decidió que los países desarrollados proporcionarían recursos financieros a los países en desarrollo para ayudarlos a adaptarse al cambio climático y eliminar gradualmente sus emisiones. Este apoyo financiero es fundamental para realizar los cambios necesarios en los sistemas energéticos, las infraestructuras y las industrias que estos países necesitan urgentemente para descarbonizar sus economías y protegerse de los riesgos climáticos.

Entonces, ¿qué es el financiamiento climático? El financiamiento climático es el financiamiento a nivel local, nacional y transnacional que apoya las actividades necesarias para combatir el cambio climático. Estos fondos patrocinan una amplia gama de iniciativas, que incluyen tanto esfuerzos de mitigación (acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero) como estrategias de adaptación (medidas para hacer frente a los impactos del cambio climático). El objetivo es obtener fondos de diversas fuentes, incluidos fondos públicos, inversiones privadas, ayuda internacional y mecanismos financieros innovadores, con el fin de apoyar a los países en la transición a un futuro bajo en carbono y resiliente al clima.

Este tema genera mucho debate: ¿Cuánta financiación se necesita? ¿En qué debe emplearse? Encontrará todas las respuestas en nuestro artículo: «Financiamiento climático: la clave para un futuro sostenible».

Suscríbase para recibir actualizaciones por correo electrónico

¡Regístrese para recibir recursos y actualizaciones sobre sostenibilidad y normas medioambientales!

* Boletín de noticias en inglés

Para saber cómo se utilizarán sus datos, consulte nuestro aviso de privacidad.

¿Qué son los Objetivos de Desarrollo Sostenible?

El desarrollo sostenible es un acto de equilibrio: se trata de encontrar formas para que las personas disfruten de vidas felices, saludables y prósperas sin dañar el planeta. Piense en ello como un viaje en el que estamos todos juntos, en el que cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar para asegurarnos de que mantenemos nuestro mundo saludable y próspero por muchos años. Básicamente, hace hincapié en que el crecimiento y el desarrollo no deben poner en riesgo la salud de nuestro medio ambiente y que debe ser un proceso continuo e inclusivo.

Para ayudar a conseguirlo, las Naciones Unidas han establecido 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como parte de una agenda global para acabar con la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad para todos antes de 2030. La acción por el clima ha sido reconocida como la oportunidad más importante para impulsar los Objetivos de la ONU y guiar los esfuerzos de desarrollo globales, regionales y nacionales de los países de todo el mundo. A pesar de los desafíos, muchos gobiernos locales han establecido metas más ambiciosas que sus homólogos nacionales; asimismo, un número cada vez mayor de ciudades está aumentando su compromiso con el cumplimiento de los ODS a través de cambios positivos y sostenibles para combatir la crisis climática a nivel local.

¿Quiere profundizar más? Descubra por qué la acción climática en las ciudades es vital para el desarrollo sostenible.

Fundamentos de un sistema de gestión ambiental

En el panorama empresarial actual, en tan rápida evolución, la sostenibilidad es un imperativo estratégico. En consecuencia, surgen los sistemas de gestión ambiental (SGA): poderosas herramientas que revolucionan la forma en que las organizaciones afrontan los desafíos ambientales. Básicamente, un SGA es un conjunto de normas y herramientas que ayudan a una empresa a hacer un seguimiento y reducir los efectos negativos que sus actividades puedan tener sobre el medio ambiente, como las emisiones, los residuos, el consumo de recursos y los impactos en la biodiversidad.

No obstante, un SGA es algo más que papeleo. Se trata de fomentar una cultura de gestión ambiental dentro de una organización. Al establecer funciones y responsabilidades claras, promover la implicación del personal y ofrecer capacitaciones sobre buenas prácticas ambientales, un SGA empodera al personal de todos los niveles para que contribuya a los esfuerzos de sostenibilidad. Además, ayuda a las empresas a cumplir las regulaciones y normas ambientales, lo que reduce el riesgo de multas o problemas legales y mejora al mismo tiempo su reputación como ciudadanos corporativos responsables.

ISO 14001 es la norma de referencia para la gestión ambiental, que ayuda a las organizaciones a ser más responsables desde el punto de vista ambiental y a cumplir sus obligaciones legales. Con beneficios que van desde el ahorro de costos hasta la mejora de la percepción pública y la reducción de responsabilidades, esta Norma Internacional puede ayudar a remodelar el manual de la sostenibilidad para las empresas de todo el mundo.

¿Quiere saber más? Repase los fundamentos de un sistema de gestión ambiental.

Las normas ISO y el cambio climático

Abordar el cambio climático es un desafío polifacético y las normas ISO pueden desempeñar un papel fundamental en la creación de una respuesta mundial. Al ofrecer un marco integral, empoderan a las organizaciones para que midan, gestionen e informen eficazmente sobre sus impactos ambientales, facilitando así la transición hacia un futuro más sostenible.

Desde ISO 14001 sobre gestión ambiental hasta ISO 50001 sobre gestión de la energía, las Normas Internacionales ofrecen directrices útiles y buenas prácticas para hacer frente a los riesgos relacionados con el clima y promover el desarrollo sostenible. Al adoptar las normas ISO, las organizaciones pueden mejorar su desempeño ambiental, reducir sus emisiones de carbono y contribuir al esfuerzo mundial en la lucha contra el cambio climático.

La adopción de las normas ISO es un paso importante hacia las prácticas empresariales sostenibles, en particular porque todas las normas de los sistemas de gestión incorporan ahora consideraciones sobre el cambio climático. Así, se refleja un compromiso colectivo con un mundo más sostenible y resiliente, en el que el crecimiento económico se equilibra con la gestión ambiental. El cambio climático es un desafío sin precedentes en la historia de la humanidad, y solo si trabajamos juntos podremos garantizar colectivamente que se tomen las medidas necesarias para alcanzar un futuro sostenible.